Mirando atrás… con la vista en adelante

Hola amigos!

La temporada está avanzando a un ritmo frenético. Hace tiempo que la tranquilidad del invierno dejó paso a la locura de las carreras; acompañadas de largos viajes, tensas esperas, nervios y otras sensaciones a las que poco a poco el cuerpo (y mente) se va habituando.

Mi debut en las Series Mundiales de este año no fué el que hubiera deseado. Una natación especialmente justa en las movidas aguas de Sydney, me dejó cortado a las primeras de cambio, a lo que añadió una caída sin graves consequencias a mitad del segmento de bici debido a la fuerte lluvia que nos sorprendió al inicio del mismo. A la semana siguiente, sin tiempo o lugar para las lamentaciones, tomé parte en la Copa del Mundo de Ishigaki, un pequeña isla al sur Japón que se volcó con la prueba como viene haciendo ya desde años atrás. Mis sensaciones (con el cuerpo por fín adaptado al fuerte cambio horario) fueron mejores en el agua, a pesar de que tuve que conformarme con formar parte de un numeroso segundo grupo. Afronté los diez quilómetros de carrera a pié con el objetivo de recuperar algunos puestos a costa de los triatletas del primer grupo que peor día a pié tuvieran -la distancia que nos separaba al inicio de este último segmento rondaba ya los dos minutos. Un buen parcial (por debajo de los 31 minutos) me permitió finalizar en 13ª posición y conseguir unos puntos importantes de cara a las próximas pruebas del Mundial. Eso sí, menudo «viajecito» de vuelta a casa le dimos al cuerpo.

Dos semanas más tarde me embarque de nuevo rumbo al otro lado del globo: Monterrey (México). La Copa del Mundo que se disputaba allí suponía otra buena oportunidad de competir en una prueba puntuable para los JJOO, con un nivel inferior al de las Series Mundiales. Con la situación de carrera de cara hasta la segunda transición, y con las zapatillas ya calzadas, sufrí un fuerte dolor de estómago (que acarreo a unos tragos de agua helada en condiciones de intenso calor) durante la primera vuelta de un total de cuatro. A pesar de ello, pude reemprender la marcha y un ritmo medianamente decente en las vueltas restantes, pudiendo terminar vigésimo. Contento por la mejoría; aun así nada «boyante».

Ya por último y con un mes de buenos entrenamientos de por medio, tuve la oportunidad de volver a competir en segunda (de las siete) pruebas del Campeonato del Mundio, que tras Sidney ( y debido al cambio de fecha que sufrió el evento de Yokohama por la crítica situación que vive Japón) me trajo nuevamente a Madrid, donde debuté con pinchazo el año pasado. Esta vez sí, la fortuna no me dió la espalda y tras un segmento de agua algo mediocre, logré contactar con el pelotón principal (no así con el primer grupo de escapados) teniendo opciones de correr por una buena posición. Finalmente, gracias los ánimos y calor que me transmitió el público (família y amigos entre ellos) durante toda la carrera y que en especial sentí durante los 10km a pié, logré alcanzar la 16ª posición. Feliz, pues el trabajo poco a poco va dando sus frutos.

Esta próxima semana competiré en Kitzbuhel (Austria), prueba también puntuable para el Campeonato del Mundo en un circuito de características semejantes a Madrid, por su dureza y natación en lago. Acabaremos el mes en Pontevedra con el Europeo…os espero! 😉

Un abrazo y gracias por vuestro apoyo!